Río sinuoso

Corriente que fluye a través de rocas, de fanjianhua en Freepik

Este rio sinuoso que fluye descendido 

entre rocas en medio del camino, 

nos arroja a la mar de la incerteza,

nos absorbe con tantos remolinos. 

A mis verdugos no perdonaré, 

nunca yo olvidaré la herida

sin eludir justicia muy legítima que ansío, 

que por justa yo confío. 

Perdonarlos un día no deseo,

ni escuchar el balido del cordero 

que se desangra en púrpura degollado.

No les daré el perdón, 

les exijo el reparo,

pediré lo escondido,

lo encubierto. 

Solo el bello jardín 

con su sombría me ha acogido 

y su fronda me sosiega.

En la espesura

Fotografía de Pinterest 

Me detengo en el medio del camino

contemplando a lo lejos la foresta.

Voy cruzando por matas de ginesta

pienso yo que será ese un buen destino.

Con mis viandas transporto un recio vino

que pude yo adquirir en una apuesta,

no iba yo a cometer la más funesta

confusión de eludir un caldo fino.

Embriagado de tinto correoso,

tropezando con piedras y malezas

me adentré despistado en esa selva.

¡Qué vergel, que jardín aquél frondoso!

¡Qué arbolada vestida de rarezas!

Mi espesura tan densa allí se enselva.

Sin perdón que me absuelva,

anduve a cuatro patas, resbalé;

no podía sacar del lodo el pie.

Querida distancia

Diana Cazadora en Paseo de la Reforma en Ciudad de México

Te concedo o regalo la distancia 

del tiempo y voluntad que nos separa,

del eterno reloj que no se para,

de normal y de justa equidistancia.

Sin pensar te concedo sin jactancia 

la justa lejanía que te ampara,

escondida detrás de la mampara,

y marcharme de aquí con elegancia.

Es menester actuar con gallardía,

coger el arco con tesón, tensarlo

y apuntar sin que nada te coarte.

Si quieres tú querida lejanía 

hazlo solo sin más y sin pensarlo,

créelo nunca quise yo ganarte.

El teatro

Fotografía: https://www.madridiario.es/movil/noticia/460167/transportes/restablecida-la-circulacion-en-la-linea-9-de-metro.html

En la soledad de los andenes,

soy consciente yo por un momento

del teatro que representamos.

Espectadores somos y actores,

tomamos cada cual los papeles 

que antes nos hubimos asignado.

Ahora estamos representando 

el veraz teatro de la vida

y los sillones se han ocupado.

El guión está escrito a cada paso

con pasos que todos vamos dando,

así la función se va acabando.

Al terminar vamos desfilando,

entre aplausos o mordaces críticas,

todos se glorian de su espectáculo.

Pocos convienen lo mal que se hizo,

pocos reconocen el fracaso,

otros nunca se quitan la máscara.

Unos se glorian del mal ajeno,

otros solo miran a otro lado,

si uno ha perdido, otro sí ha ganado.

En la compañía del andén

veo trenes que pasan vacíos

y otros, en cambio, pasan llenísimos.

En este teatro de la vida

el público abarrota la sala

o, sin más, la función abandona.

Aceptar la realidad

 

Imagen de curadas.com

 

 

 

 

 

Nunca se espera aquello inalcanzable, 
nunca se alcanza lo que no te espera,
no se camina para no llegar.

Nunca se espera lo que no te aguarda,
nunca se busca lo que no te encuentra,
no se camina a donde no se llega.
Solo debemos aceptar lo cierto.

Nunca luches por quien te niega siempre,
con molinos de viento no pelees.
Lo que es real acepta solamente
como un estoico, como anacoreta,
igual que un ermitaño solitario
acompañado de la soledad.

Nunca toques las puertas que se candan,
no abras ventanas que se cierran siempre,
no valdrá persistir la pena nunca.

Pégate un baño de realidad,
sumérgete en el fondo del abismo,
sube la senda que te lleve al cielo.

Solo vale la pena continuar
con esa sombra que te pertenece,
esa es la cierta y tu única verdad.

 

 

 

Flor amarilla

Hay flores amarillas en el vertedero;.;

las más hermosas que jamás he visto.

Alli, creciendo entre la basura 

 Juan Cabezuelo 

Están creciendo allí entre la basura 

entre nidos grises de las ratas,

con amontonadas bolsas olorosas

de la húmeda inmundicia que excretan en las casas.

La mugre aroma 

y pican a vinagre aguijones de acideces

nuestras fosas nasales.

El impúdico olor, 

el aire caliente, 

el caldo de lo acre,

son el hambre que jamás

atajará la miseria.

Allí creciendo en la basura 

la flor se erige bellísima amarilla.

Entre roña abonada se resiste,

se resiste a la lluvia de los cielos 

y a los arroyos que se salen

en caudales de bolsas malolientes.

Lixiviado es el caldo que es jugoso

goteando a la flor su esencia aceda;

caldudos abonos reciclan su savia.

¡Qué miserables 

y que imperfectos somos 

los seres humanos!

Deponemos los residuos

que evacuan nuestros cuerpos 

en un sucio cieno,

cieno que a la semilla abona 

con el misterio de la vida.

Es flor pequeña la flor amarilla.

 

El final

Foto: Unsplash

El final acabado,

en el largo trayecto del camino,

puede ser un comienzo

de algo que borrará lo más frustrado

por ese cruel destino

del que yo me avergüenzo.

Lo tenido por hecho

que el silencio ha deshecho,

despojado del traje,

deshojando la rosa con ultraje

el muy dolido pecho.