Dulcemente adentrándome en la nada
no me dejo llevar por la corriente.
Lejos me he separado de la gente,
me encontraba sin norte que me evada.
Liberada cadena tan pesada
en el tiempo presente, de repente,
mima cándida el ánima la mente.
La memoria se cierra y está sellada.
Es momento que nade en lo conciso,
encontrándome firme en largo viaje
sin trayecto trazado, no hago planes
que me anuden al tiempo. Yo preciso
lo mediato y el placer que me relaje,
como ver los dondiegos, los donjuanes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario