El horizonte es un confín y nube
de algodón, difuminando los colores
en un viso de extraño gris oliva,
agitada la mar nadando en olas.
Brisa exhalada por el mar noctámbula,
que favorece en mi la gratitud
cuando acaricia mi espalda.
Mar en calma que plácida celebra
de noche tan certera su cetrina lobreguez.
Su embrujo empuja los tintes
cálidos al negro abismo.
Del mar las olas arrullan
la insoportable levedad.
Septiembre 2024
El mar arrulla como buena madre... en su útero se forjo la vida.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Reme.
Más la brisa cuando el atardecer se va envolviendo en sombras.
EliminarMuchas gracias Reme.