<a href="https://www.freepik.es/vector-gratis/fondo-abstracto-espiral_840296.htm#query=espiral&position=9&from_view=keyword&track=sph&uuid=e66d626c-7484-447e-af7b-b6e902233c98">Imagen de kjpargeter</a> en Freepik
Igual que en la tormenta de verano
cae fuerte la lluvia,
se empapan las emociones
con ese ímpetu
con el que tomamos la ruta
que forma ese destino con pasos
trazando los caminos,
esas sendas que nos llevan
a pintar de colores la realidad
rellenando los huecos
de una escalera de caracol,
una voluta que se enroca
y nos impide ver la existencia
ofrecida en una espesa bruma,
dulce calina que ciega
evitando la amarga decepción
que sí el alma sospecha,
y que nuestra necesidad
de felicidad impide
vislumbrar, igual que un espejismo,
el bucle que nos mantiene
caminando en laberintos
de los que hay quien no sale
o saliendo acompaña toda la vida.
Igual que un aguacero
que regala el estío,
nuestra conformidad
que nos acomoda
nos mantiene
en esa espesa niebla
donde quien mulle
nuestra almohada
nos da la espalda,
con la ajenidad
de quien sabe
que surte efecto
el verbo seductor
o ese golpe que despierta
de la realidad vestida del apego
que inunda las ultrajadas ilusiones,
de esa nada donde hacemos un mundo,
yermo prado, labrantío baldío.
dejando huera el alma,
tan fría, en el verismo que ahoga
y deja una mácula
que nunca se aclara.
Así la tristeza del alma
como en un espejo
se refleja en nuestros rostros.
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